Un año más, estamos más cerca de lo que pensamos para celebrar las entrañables fiestas de Navidad. Y aunque aún falta algo más de tres meses, ese momento, se nos terminará echando encima como cada año sin prácticamente habernos dado cuenta.
Los habrá previsores que comiencen los preparativos con el tiempo suficiente para poder realizar las compras con calma, ahorrándose dinero y tiempo (largas colas), que siempre derivan en nervios y estrés. También los habrá que dejen todo para el último momento, teniendo que pagar más por lo mismo, tendrán que gastar más tiempo, y sin la certeza de que lo que necesitan, esté disponible.
Lo mismo sucede con nuestras finanzas. Si no las preparas con tiempo, el resultado será estrés financiero. Y éste, es tremendamente dañino para la salud física y mental. Que se lo pregunten a los cientos de miles de familias que lo han padecido durante la última crisis.
En mi caso, el más especial de los días de las fiestas navideñas, es el día de Reyes. Desde pequeños recibimos un mensaje cierto pero quizá algo incómodo para un niño. Debes portarte bien para que los Reyes te traigan los regalos que has pedido, de lo contrario te traerán carbón.
Es una forma de comenzar a educar a los niños, en el hecho cierto de que la recompensa llega cuando se hacen las cosas, y se hacen bien. ¡Como somos los adultos! Que fácil nos olvidamos de que ese mensaje es válido para nosotros también.
No podemos caer en el peligroso error de creer que la magia sucede por si sola. Y en economía menos si cabe. La magia hay que provocarla. Si nos fijamos, todas las cartas que escribimos a sus majestades de Oriente, comienzan de la misma forma…..Queridos Reyes Magos……y a pedir por esa boquita esperando que se cumplan nuestras misivas como por una especie de “Ley Divina”. Vivimos en una sociedad que hace poco énfasis en el hecho de que debemos legitimarnos para pedir. Hay que portarse bien, no lo olvidéis.
Una frase que bien podría ser un lema de vida, y que le he escuchado a nuestro Presidente Ejecutivo en muchas y convenientes ocasiones, es esta…”hay que hacer que las cosas sucedan”. Esa es la verdadera Magia. Tú haciendo que las cosas sucedan.
Pero estamos hablando de ellos….¿Queréis conocer a los verdaderos Reyes Magos de las finanzas? Seguro que estarás pensando en algún que otro “Gurú Financiero”. Pues quizá te decepcione, pero no, no van por ahí los tiros.
Nadie sabe tanto sobre buenos y sostenidos resultados como el tiempo, la disciplina y la determinación. Si te portas bien con ellos, ellos se portarán bien contigo. Estas variables aplicadas a la economía familiar las puede manejar cualquier persona. No necesitas tener un “Master del Universo en finanzas”.
Sus altezas serán absolutamente generosas contigo. Aunque debo aclarar, que los resultados serán directamente proporcionales a lo DISCIPLINADO que seas, lo bien que aproveches el TIEMPO (reflexiona sobre si estás invirtiendo tu tiempo, o te limitas a gastarlo….y recuerda que el tiempo es ORO), y lo DETERMINADO que estés a ponerte en acción, y no parar hasta llegar a la meta.
El tiempo te permitirá promediar y dejar que el interés compuesto actúe. Con la disciplina, conseguirás crear los hábitos necesarios para obtener los resultados. Y con la determinación te asegurarás de que nada te apartará del camino. Llegado a este punto, además, el tiempo, te mostrará la “Magia” en forma de resultados. Tiempo al tiempo decía el dicho ¿no? …sabiduría popular.
Confía en estos tres verdaderos Reyes Magos, como hacías en tu infancia con los que provenían de Oriente. Lo mejor de todo, es que a estos no tienes que esperar un año para verlos. Puedes venir a conocer cómo funcionan, a cualquiera de las conferencias que Barymont & Asociados organiza a lo largo y ancho del país.
Ah!! Y no olvides dejarles bebida y alimentos para que puedan proseguir su viaje y puedan llevar el regalo de la prosperidad y la libertad económica a todos los rincones del mundo. En Barymont estamos comprometidos con esta misión, y actuamos como pajes de sus Majestades para ayudarles a conseguir que este hecho sea una realidad.
¡Recuerda! Pórtate bien con ellos, o de lo contrario, tendrás un cero como un roscón de grande en tu inversión, y “carbón financiero” para el resto de tu vida.
