Recientemente se ha celebrado la XXIV Semana del Seguro en Madrid. No sé si puedo decir que el evento ha recogido lo “mejor de cada casa” o la “flor y nata” del sector, lo que sí parece evidente es que se ha reunido una representación del ayer y, antagónicamente, del futuro del mundo asegurador, y esto es, al menos, alentador.
Por ayer, entiéndase un sector rancio, enfocado en la cuenta de resultados ajustada al céntimo de euro y cuyo único enfoque hacia el cliente, por mucho que la publicidad de algunas empresas nos hable del maravilloso mundo de “amistad” duradera entre compañías y clientes, es hacerle una oferta de precio. Vamos, un bazar oriental donde contratar todo a un precio módico aunque no sepamos ni para que nos sirve o, ni tan siquiera, si tiene algún tipo de utilidad, pero….es tan barato que no se puede dejar pasar la oportunidad.
Por futuro, entiéndase un sector donde prima la Formación, Planificación y Gestión de los clientes procurando ayudarles de manera sincera en la contratación de los seguros que realmente necesita. Estos últimos somos aún minoría pero por poco tiempo, porqué también somos tendencia. Esta es una gran noticia para los enamorados del sector y, desde luego, la mejor noticia para los clientes.
